𝗔𝗣𝗥𝗘𝗡𝗗𝗜𝗭 𝗗𝗘 𝗧𝗢𝗗𝗢, 𝗠𝗔𝗘𝗦𝗧𝗥𝗢 𝗗𝗘 𝗡𝗔𝗗𝗔
𝗔𝗣𝗥𝗘𝗡𝗗𝗜𝗭 𝗗𝗘 𝗧𝗢𝗗𝗢, 𝗠𝗔𝗘𝗦𝗧𝗥𝗢 𝗗𝗘 𝗡𝗔𝗗𝗔, (𝗼 𝗰ó𝗺𝗼 𝗲𝗹 𝗲𝘅𝗲𝘀𝗼 𝗱𝗲 𝗼𝗳𝗲𝗿𝘁𝗮 e información junto a un exceso de ambición y ego 𝗮𝗿𝗿𝘂𝗶𝗻𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗿á𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗶𝗮𝗹).
Durante años he visto una tendencia en las Artes Marciales Chinas (AMCh) a lo que llamo el "Coleccionismo de Formas". Después de un tiempo me di cuenta de que en general esto puede aplicarse a todas las Artes Marciales (AAMM).
Ahora creo que se ha ido a un nivel más allá de éste comportamiento y el practicante ha empezado a "Coleccionar Artes".
Es decir que, en la actualidad, es fácil que en una persona encontremos a un seguidor de cinco o más artes diferentes, algunos de ellos de naturaleza "opuesta" (digo ésto a fin de establecer una diferencia estratégico - táctica nada más).
Si bien todo es posible, no todo es probable. Es posible que haya verdaderos "Dotados" que le den bien a todo, pero lo más probable es que no hayan conseguido desarrollar una Maestría o ni siquiera pudieran denominarse "Expertos" en todas las Artes que intentan gestionar en su práctica personal.
Es decir que, como el título dice, tendrán una visión superficial de muchas materias, sin llegar a dominar ninguna.
Supongo que esta pretensión de omniabarcabilidad, de conocerlo todo, es fruto de la expansión de los medios digitales en los que podemos darnos un festín conociendo cosas que años atrás tendríamos que tener una fortuna para poder conocer (y aprender) recorriendo el mundo para verlas directamente.
Pero ésto crea una "ilusión de conocimiento". En kabaláh por ejemplo se dice que uno necesita la "Sabiduría" (Jojmá), luego el "Entendimiento" (Bináh) y por último, combinando ambas con la experiencia física, se consigue el "Conocimiento" (Daat).
Saber algo necesita imprescindiblemente entender ese algo. Para que el entendimiento de lo que se sabe alcance la categoría de conocimiento, se debe mantener un contacto profundo, desarrollar una habitualidad. Es como cuando decimos que conocemos a alguien: indicamos que poseemos una familiaridad con dicha persona.
Así que últimamente veo que se contempla la "expansión" y se olvida la "concentración".
Como reza el refran: "El que mucho abarca poco aprieta".
Se toma un poco de aquí y de allá y se intenta obtener una maestría sobre eso. Al mismo tiempo, se descartan antes de tiempo técnicas y estrategias válidas por simple pereza, porque no invertir el tiempo y el esfuerzo necesario en desarrollarlas efectivamente, dominandolas.
En esta cultura del "Fast Food" todo debe ser "rapido"; y esto en AMCh no aplica.
Por supuesto, está el delicado tema en el que uno luego de una práctica intensa, ve que algo no funciona, sea para sí mismo o por una desactualización técnica y es necesario renunciar a un camino o forma de entrenamiento. Pero sin duda esto se obtiene luego de una gran experiencia en la materia.
Si consideramos el ideograma Kung-Fu, veremos que representa a un hombre afilando una navaja a la luz de la luna. Ya todos sabemos hace mucho que Kung-Fú no quiere decir Arte Marcial (Wushu), sino "una habilidad llevada a su máxima expresión a través de un esfuerzo prolongado en el tiempo".
Este concepto está profundamente ligado a la cultura china, que es, básicamente una cultura de repetición.
Recuerdo cuando empecé hace como 39 años a entrenar Kung-Fú y no tiene nada que ver a como veo que se entrena ahora. Empezábamos calentando con, como mínimo, cien golpes de puño básico, ejercicios de fuerza, elongación, y coordinación motriz. Largas sesiones de repetición, trabajo en posturas estáticas (y subsiguiente comprobación de tu firmeza mediante patadas, golpes de puño o empujones), etc. Ah, y el infaltable Combate (la aplicación empírica de la teoría aprendida), y era en abundancia, con muchos edemas y algunos malos momentos, pero pocas lesiones verdaderas (ni guantes, ni protecciones, pero con mucho control, aquella era a la "Old School").
La repetición es la base de la maestría, pero es psicológicamente exigente, desgasta si uno no procede a ver el resultado de forma práctica y no le encuentra "SIEMPRE" algo que mejorar.
En la época de los 60s, 70s y 80s, lo normal era que se te enseñara una postura cada varios meses. Hoy en día en dos meses cualquier practicante está realizando una forma (Taolu) pequeña tan tranquilamente (y sin contenido marcial) que se convierte en una coreografía vacía.
De hecho, los Taolus en sí, las cadenas de movimiento que hoy conocemos como el núcleo de la mayoría de las Artes Marciales (y lo primero que Bruce Lee decidió descartar de su Jeet Kune Do), fueron el resultado del descenso de la actividad pugilística real; dado que sóloson un resumen de las técnicas del estilo aprendido - practicado. Cuando el estado chino, como todos los estados, establece que tiene el monopolio de la violencia, eso de andar a los combates (entre Maestros y/o Escuelas) por la calle se acabó.
Como regla sociológica general, la desaparición de la función del objeto, determina la desaparición del objeto mismo.
El cambio social cambió la forma de entrenar.
El motivo de la repetición es que si uno va a depender de una Técnica para salvar tú vida, debes estar muy, muy, pero muy seguro que en un momento de estrés (donde se forman fenómenos como "visión de túnel", "descenso de la circulación periférica", "concentración de la actividad en los lóbulos frontales", "irrigación extrema de piernas" (por el impulso de huida), "aumento de la adrenalina y cortizol", etc.) lo que hayas aprendido debe funcionar .... o estás muerto.
Para estar tranquilo uno debe ingresar ese movimiento a su "memoria muscular" de una forma en la que como técnica desaparezca (por lo que ya nonpasa por el razocinio intelectual) y se transforma en una parte de uno, que se demuestra como una reacción natural.
El destino de toda técnica es desaparecer como tal y convertirse en un reflejo condicionado.
La ciencia dice que al menos 5000 repeticiones de cada técnica son necesarias para conseguir ésto.
Pensemos en 10 técnicas y multipliquemos, son 50000 repeticiones, ahora estimemos las horas necesarias …
Ésta es la razón por la que los Maestros nunca se destacaron por muchas técnicas sino por pocas pero efectivas. No les hacía falta más. En Defensa Personal sabemos que hay una estadística sobre la franja de movimientos / respuesta en situaciones de agresión. No necesitamos saberlo todo, saber lo esencial para el 80% de los casos, es mucho mejor que intentar controlar 100 técnicas y al final no poder ni con el 1% de las situaciones reales.
El especialista necesariamente se empobrece en cosas, no se puede tener todo en la vida y mucho menos ser bueno en todo.
Hay dos formas de considerar el término Kung-Fú. Una es como una cualidad del practicante y ésta es la que prefiero. El Kung-Fú lo tienes que poner tú, no procede de un tipo de movimiento, eso es como creer en la magia. No hay magia, el poder de una técnica no es porque ha venido del templo tal o cual , del mejor linaje o porque lo dijo el maestro éste o el otro. Viene del poder de la repetición y de la aplicación en situaciones reales (o los ejercicios de combate mas cercanas a la realidad).
Pero como sabemos, la repetición es desgastante, tediosa y poco gratificante a la hora de exhibirnos.
Si consideramos el término Kung-Fú como AMCh, entonces tenemos que no existe una hegemonía, más allá de la cultural. Hay miles de estrategias y tácticas, defensivas y ofensivas. Plantear una especie de “sólo hay un Kung-Fú” es un poco lo que ha intentado el gobierno chino (y algunos Maestros y Escuelas dando rienda suelta a sus egos y ambiciones economicas de mercado que, por sus aspiraciones olímpicas de hegemonía u de mercantilismo, han creado verdaderos injertos marciales como el Wushú Moderno de Competición, que todos sabemos que prioriza la acrobacia y la exhibición deportiva (estética) a lo marcial. Tampoco pasa nada, porque es poco probable que alguien intente llevar eso a un sucio callejón contra un atacante armado.
Justamente por la imposibilidad de homogeneidad, porque cada persona obtiene un trozo de interpretación de la realidad y eso es maravilloso, cada vez que escucho “éste es el verdadero Kung-Fú”, como que se me apaga la ilusión de mejora del nivel actual. Me parece estar viendo las películas chinas clase B donde se retaban a ver quién tenía "más" Kung-Fú que el otro.
Se confunde cierto protocolo de práctica, con el desarrollo de la maestría. Da igual si uno sabe 8 armas, 50 formas, chikung, neichia, weichia, chin-ha y encima cuatro o cinco AMCh diferentes.
Eso no te transforma en un Maestro, lo que te transforma en Maestro es el desarrollo práctico y sin fisuras de eso que has entrenado.
No digo que no haya que hacerlo, cada uno a lo suyo, a mí sinceramente hay partes de ese protocolo que me desilucionan y no por eso creo tener más ni menos Kung-Fú que nadie.
Me refiero a dejar de actuar como Goku hablando de hamehameha, que aquí lo que cuenta no son las "Técnicas Mágicas" de un supuesto Maestro que quizás sólo haya existido en la leyenda.
Se supone que un Artista Marcial debe ser una persona inteligente, responsable, embebido en la realidad y no un preadolescente soñando ser un monje shàolín de las peliculas. Hace falta contextualizar en nuestro tiempo (2022), nuestra cultura occidental, el espacio, el tipo de cuerpo y realidad objetiva (dentro de nuestra subjetividad, claro).
Ahora siendo consultor de la Chinese Wushu Association (CWA) veo mucha gente que en los ratos libres habla de lo que haría con su estilo si lo atacaban y que tal y que cual ...
Y en ese contexto se acuñó un término fantástico al decir que esa gente tenía “el sueño del muerto propio”.
Un poco existe esa tendencia psicológica entre los Artistas Marciales de fantasear con salir victoriosos luego de una carnicería épica y música de timbales de fondo. El problema, además de una necesaria revisión del la inteligencia emocional, es que se pretende conseguir eso picoteando un millón de opciones (estilos, escuelas, maestros, etc.).
Siguiendo el criterio del Yin-Yang, no se puede obtener lo mismo en extensión que en contración. Por ejemplo, en balística, una bala o es perforante o es expansiva, no puede ser dos cosas.
O nuestra práctica es perforante (intenta profundizar y “masterizar” un conocimiento) o es expansiva, es decir, vive en el "placer del popurrí".
Lo decían los budistas que entre las 8 propiedades de la mente, estaba la de perseguir lo nuevo, como un niño, el que se aburre del juguete nuevo y va a por otro. Ésto es lo que más está de moda, pero ojo, no sólo en las AMCh, lo vemos en casi todos los órdenes de la vida (y en todas las AAMM.
Hay muchos Maestros capaces de proezas, pero esas proezas pueden no significar nada para nosotros, ya que no pueden sistematizarse, ni aplicarse en pleno 2022 sin tener una sanción punitiva legal real. Sin esta sistematización y consideración legal del alcance de nuestras técnicas aplicadas, no existen las AMCh de real aplicación en nuestra epoca. Más de un incauto pretende justificar la efectividad de un arte basándose en esa destreza excepcional, rompiendo, luxando, y hasta incluso con la fantasía de matar a su atacante y/o oponente.
Cansado de ver muchos Maestros que no hacen lo que piden ni tampoco son capaces de que sus alumnos realicen la mitad de lo que hacen.
Esto indica dos posibles causas.
@ Una, el Maestro sabe para él pero carece de la capacidad didáctica para transmitir su conocimiento y así perpetuar esa técnica y estilo.
@ Dos, la habilidad es algo personal, resultado de una combinación genética, desarrollada con disciplina y trabajo, por lo que es intransferible.
El sistema lo es todo, tenemos que preocuparnos de lo que el sistema nos provee y de cómo éste se adapta a nuestras carencias o virtudes (fortalezas o debilidades).
De ahí que uno debe elegir (ejercer el Libre Albedrío).
Cada elección es, claro está, respetable. En mi caso personal hace tiempo que he optado por el “Menos es Más”. Muchas veces alguien cree que necesita una técnica más o un AM diferente, cuando en realidad lo que le falta es dedicación, constancia y trabajo a conciencia. Pero no dedicación siega o porque sí, sino con un objetivo. ¿Qué voy a crear y cómo pienso hacerlo? Ser honesto, no sólo con los demás, sino principalmente con uno mismo, es también una condición necesaria para practicar AMChT.
A partir de ahí, cada uno elegirá si abarca mucho y aprieta poco o concentra su interés y vigor en lo "poco" pero con un nivel de Maestría aceptable.
Pero nunca, jamás es el "Arte", nunca es la "Etiqueta" de verdadero o falso, o el "Linaje"; siempre es uno mismo el que define.
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